lunes, 27 de abril de 2009

INOCENTE (Capitulo 1: Comida en mal estado)





Lucas Tobias estaba sentado con la cabeza entre las piernas, pensando en que ese era su ultimo dia de vida, mientras echaba su ultima cagada en el retrete de su celda. Pronto estaria chamuscado en una silla cual chuleton en la parrilla. Iba a morir por cinco asesinatos que nunca cometio.

Lucas Tobias era un hombre de mediana edad, de 1,80 aproximadamente, barrigon, con rudas manos, cara desencajada, ojos grandes y salidos, pelo que empezaba a escasear y con un aspecto sumamente desaliñado, vamos, era la tipica imagen de sicopata abundante en las peliculas de Hollywood.

Durante todos los años que habia estado en prision (nota del autor: como paso de informarme de la media que suelen estar los presos en la carcel antes de ejecutarles, diremos "x" años) se dedicaba todo el tiempo a escribir y escribir en un cuaderno, siempre escribia lo mismo, "Yo no lo hice, soy inocente". Habia rellenado cuadernos y cuadernos para que en un futuro, cuando ya estaria chamuscao, supiesen que habia sido un error. Aunque esos cuadernos no se guardaban en ningun sitio, se utilizaban en invierno para calentar la calefaccion.

En unos instantes, vendrian un par de guardias ha llevarle al pararayos (por lo visto era una prision de bajo presupuesto y tubieron que recurrir a poner una silla cual pararayos para matar a los condenados) por lo que Lucas decidio despedirse para siempre de su mascota, un calcetin con dos ojos llamado Seisito, que por lo visto, lo robo en una visita que hizo a España, de un conocido programa de humor de bajo presupuesto. Tras volver a giñar (que por lo visto, algo comido ayer le sento mal) se levanto, agarro los barrotes de la celda, y estaba dispuesto a pedir su ultimo gran deseo...pero antes tubo que volver a ir al retrete.


Continuara...

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